0168/2007 - Las migraciones forzadas por la violencia: el caso de Colombia
As migrações forçadas pela violência: o caso da Colômbia
Author:
• Gloria Marcela Gómez Builes - Gómez, G.M - Rio de Janeiro, Rio de Janeiro - Escola Nacional de Saúde Pública Fiocruz - <magobu4@yahoo.es>Thematic Area:
Não CategorizadoAbstract:
The human migrations have been one of the motors of the history of the humanity. The internal forced displacement has been one of the components of the migrations during the twentieth century in the world. Colombia is a paradigmatic phenomenon; this is a country with more than three and a half millions of displaced people by the violence all over the last 25 years, product of an internal armed conflict. Besides the demographic effect in the reconfiguration of the cities, this problematic situation affects the human conditions of each of the victims deteriorating the health and making impossible to have a high quality life. This article tried to show a general panorama of the phenomenon of the forced migrations by the violence in the world, and to analyze the particularities of this problematic phenomenon in the case of Colombia, and the effects and implications that have this phenomenon in the health and quality of life of the people in situation of forced displacement during the process of reasentment in the city. We concluded that the forced displacement is a serious violation of the human’s rights, which produces a human drama, vulnerability and a deep deterioration of the quality of life and the health of the affected populations.Key words: migration, forced displacement, violence
Content:
Introducción
El desplazamiento forzado por la violencia es un componente de las migraciones humanas en el mundo del siglo XXI. Este se expresa como una crisis humanitaria que afecta la población de varios países, mediante la violación de los derechos humanos, generando un deterioro de la calidad de vida y salud de la población desplazada. De igual forma Colombia, presenta a 2005 aproximadamente 3.7 millones de personas que han sido desarraigadas, por un conflicto armado interno de origen sociopolítico, de larga duración, ocupando así el segundo lugar en el mundo después de Sudan en migraciones internas. El desplazamiento forzado por la violencia es un fenómeno sociodemográfico importante que determina los procesos de urbanización de las ciudades. Allí los migrantes forzados buscan refugio, reconfigurando los espacios urbanos de manera caótica y desordenada, mediante recursos y factores sociales adversos y escasos para reconstruir sus vidas y redes sociales previamente destruidas. Además los lugares de reasentamiento presentan condiciones de pobreza e indigencia, enmarcados dentro de procesos de exclusión. Estas condiciones de vida afectan negativamente a los individuos y colectivos que allí se establecen, determinando los procesos de reproducción social y los problemas de salud. El presente artículo muestra mediante una revisión sistemática, un panorama general del fenómeno de las migraciones forzadas por la violencia en el mundo, analiza las particularidades de esta problemática en Colombia, y los efectos e implicaciones de este, en la salud y calidad de vida en las personas en situación de desplazamiento forzado durante el proceso de reasentamiento en la ciudad.
Las migraciones en la historia de la humanidad
Desde los inicios de la humanidad, los seres humanos migran. Los éxodos y flujos no sólo han sido parte integrante de la historia, como también determinantes de la misma. El fenómeno de las migraciones es reconocido como un proceso esencial en la vida del ser humano sobre la tierra, que ha permitido generar diferentes desarrollos socio culturales y económicos. Desde la aparición del homo-sapiens en África hace aproximadamente 200 a 140 mil años, y con el inicio de las migraciones fuera de este continente hace 70 mil años, se poblaron paulatina y progresivamente los diferentes hábitats de la tierra .
Los desplazamientos intercontinentales de gran magnitud sólo comenzaron en el siglo XVI, con la expansión de Europa y los procesos de colonización. En los últimos dos siglos, las migraciones internacionales aumentaron, alcanzando niveles sin precedentes . Como todo hecho social, el fenómeno migratorio ha estado determinado por los procesos más generales de la sociedad. Para el momento histórico contemporáneo, la globalización y la internacionalización del modelo de producción capitalista, de corte neoliberal, determinan las características de la dinámica migratoria mundial.
Podemos definir como migrante a toda persona que, por cualquier motivo, decide, mediante una elección tomada libremente, cambiar su lugar de residencia, ya sea de manera permanente o no. Es así como los procesos migratorios obedecen a decisiones concientemente planeadas, buscando en la mayoría de los casos un mejor empleo, salarios mas altos, mejor educación para los hijos, motivos familiares (reunirse o acompañar a parientes, la formación de matrimonios) . De esta manera, las migraciones están REPLACEas en el sistema global, que se caracteriza por la apertura de fronteras para el libre movimiento de capitales y mercancías, pero que, de manera contradictoria, restringe cada vez más la posibilidad de legalizar la situación de los migrantes económicos y laborales, e impone nuevas barreras para la entrada y movilidad de estas personas. Esta situación hace que la migración contemporánea exponga sujetos excluidos y cada vez más frágiles ante la explotación laboral. Además de la violación sistemática de los derechos humanos.
La Organización Internacional de Migraciones (O.I.M.) considera el fenómeno de las migraciones humanas como una problemática de primer orden en la agenda internacional, en la medida que afecta tanto a los países receptores como a los de origen, debido al impacto demográfico y socio-económico que produce. Según las estadísticas, hay en el mundo para el 2005 aproximadamente 200 millones de migrantes internacionales, donde se excluye a los que han vivido fuera de su país por menos de un año. Desde 1970 al 2005 hay un aumento de 2,5 veces la cifra de migrantes internacionales; el 3% de la población mundial está dentro de esta categoría. Los principales destinos de estas personas son: Europa con 56.1 millones y Estados Unidos con 35 millones de migrantes, que corresponde al 7.7% y el 20% de su población, respectivamente .
Durante el siglo XX y XXI paralelo a los procesos migratorios por motivos socio-económicos, la violencia, la guerra y los desastres naturales han producido millares de migrantes forzados en el mundo. Posteriormente a la caída del muro de Berlín o del bloque socialista, las guerras internacionales redujeron su frecuencia, dejando paso a las confrontaciones de tipo étnico, religioso, y nacional, causantes de migraciones internas en los países en crisis .
Migraciones forzadas por la violencia: un acercamiento a la situación mundial
Las migraciones internas por la violencia son un fenómeno social que según Naciones Unidas, afecta aproximadamente a 23,7 millones de personas en el mundo . Este proceso es asumido por las poblaciones para prevenir las consecuencias del conflicto armado, especialmente la consecuencia irreversible de la muerte. Por lo tanto, la respuesta ante el peligro que representa la guerra se concreta en el abandono obligado del lugar de residencia habitual y de toda la cosmogonía que en él se había construido. La condición de migrante forzado tiene dos connotaciones dentro de la legislación internacional: De un lado están los refugiados, hombres y mujeres que se ven forzados a buscar protección por fuera de su país de origen, como consecuencia de un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión o nacionalidad, por sus opiniones políticas, por su pertenencia a un grupo social, o por huir de las guerras y de la violencia en sus comunidades. La característica distintiva de la situación de refugiado es la salida del país de origen en búsqueda de protección. Esta situación implica que a nivel internacional se promueva la protección de estos sujetos bajo el mandato de la Organización de Naciones Unidas. Y a nivel nacional, que el Estado que le brinde la protección requerida respete sus derechos y no los retorne a su país de origen. De otro lado están las personas en situación de desplazamiento forzado interno, quienes han tenido que huir de su lugar de residencia y migrar dentro del territorio nacional, porque su vida se encuentra en riesgo como consecuencia del conflicto armado, situaciones de violencia, violaciones de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario. A nivel nacional, el Estado tiene la obligación de proteger a las personas que se encuentren bajo esta situación, brindar y promover soluciones duraderas. A nivel internacional la obligación se concreta en complementar las acciones de la respuesta estatal ante esta situación .
De esta manera se puede decir que las causas que generan las migraciones forzadas son impuestas y no permiten ningún tipo de decisión planeada, ya que por lo general estos procesos se dan de un momento a otro, los autores irrumpen en la cotidianidad de las familias o comunidades enteras y no dan espera para la planeación de la vida a partir del acto violento, ya sean amenazas, homicidios, torturas, coacción , o terror infundido a partir de “rumores” de experiencias cercanas.
Según el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno –IDMC- a nivel mundial la mayor parte de los migrantes internos están expuestos a diferentes formas de violencia, al hambre, a enfermedades y sufren múltiples violaciones de los derechos humanos durante y posteriormente a su desplazamiento. De igual forma la atención integral a estas personas presenta grandes tropiezos. Se reporta que solo uno de cada dos refugiados recibe atención internacional y de los gobiernos6. Bajo la convención de los refugiados de 1951 y el protocolo de 1967, la comunidad internacional no es la responsable legal para proteger a los desplazados internos. La responsabilidad primaria de su atención recae en los gobiernos nacionales, quienes deben suministrar la seguridad y el bienestar para todos los desplazados ubicados en su territorio. Los problemas ocurren porque los gobiernos no están capacitados y organizados para atender a esta responsabilidad como está establecido en los principios rectores del desplazamiento interno de las Naciones Unidas .
De esta manera Bennet afirma que el desplazamiento interno no es un fenómeno nuevo. Cuando se redactaron la Carta de Naciones Unidas y las Convenciones sobre Refugiados, la proporción entre desplazados internos y refugiados era similar a la actual. Lo que ha cambiado es el número y la gravedad de las guerras internas y un crecimiento correlativo de la presencia y la cobertura otorgada a la migración forzosa por parte de la comunidad humanitaria internacional . Igualmente, el creciente número de desplazados internos resulta del cambio en las prioridades del régimen internacional. La preocupación actual por limitar los flujos de refugiados y evitar el asentamiento a largo plazo ha tenido como resultado una política de cambio hacia la “internalización” del desplazamiento. Así, se hacen mayores esfuerzos para mantener a las personas en sus propios países, incluso si se encuentran lejos de sus lugares de origen10.
El desplazamiento forzado afecta a 50 países en los cinco continentes. Así, África es el más afectado con 12 millones de personas desplazadas en 20 países. Sudan, República Democrática del Congo y Uganda suman casi 9 millones de población desplazada. En la región del medio oriente este fenómeno es crítico, motivado esencialmente por el conflicto palestino-israelí y la guerra en Irak. Se estima que hay 2,1 millones de personas desplazadas, y casi 5 millones de refugiados de esta región. La mitad de las personas desplazadas las tiene Irak con casi 1.3 millones. De esta manera, Asia presenta para finales de 2005 2,7 millones de personas bajo esta condición. Los conflictos internos activos más importantes son los de Filipinas, Burma, Nepal e India que produjeron una cifra de 300,000 nuevos desplazados internos. Además países como Afganistán, Bangladesh Sri-Lanka y Uzbekistán continúan con sus conflictos internos crónicos, en los cuales los grupos rebeldes y los ejércitos nacionales violan sistemáticamente los derechos de la población civil, situada en medio de la confrontación. Europa es un continente que presenta pocos cambios en la problemática de las migraciones internas en los últimos años. En 2005 eran 2,8 millones de personas desplazadas internamente, unos 200.000 más que el 2004. En este continente la mitad de los afectados son refugiados oriundos de la Federación Rusa y los Balcanes, cuya intensidad disminuyó, con excepción de Armenia, Macedonia y Croacia. En América Latina se calcula aproximadamente 3,8 millones de personas desplazadas por conflictos armados internos, la mayoría los aporta Colombia con una frecuencia de expulsión para el 2005 de aproximadamente 250.000 personas por año. A su vez, otros países como Guatemala, Perú y México presentan migraciones internas que afectan especialmente a las poblaciones indígenas6.
En cuanto a los determinantes de estos procesos, se plantea que los principales agentes que causan el desplazamiento en el contexto internacional son los gobiernos nacionales, que a la luz de la ley internacional deberían proteger a los ciudadanos. Esto se da de manera directa o a través de grupos paramilitares o milicias que fuerzan a la población a dejar sus hogares. Los países como Sudan, Burma, Colombia Nepal y Zimbabwe para el 2005 lo presentan de esta forma. Por otro lado, los grupos rebeldes han sido responsables de esta situación en casi el 40% de los casos mundiales en los que están incluidos Colombia, Burnadi, Nepal etc. También en este panorama del desplazamiento forzoso interno ha tenido impacto la política mundial de “lucha contra el terrorismo”, debido a que ha motivado y justificado el accionar de los países que tienen conflictos internos para reprimir los diferentes movimientos sociales y políticos amparados en esta directriz internacional6.
El desplazamiento forzado por la violencia en la construcción de la historia colombiana
En Colombia los procesos migratorios, cuando se han presentado de forma masiva, han estado ligados a períodos históricos de violencia, además han estado motivados por razones económicas y laborales, cuando generaciones enteras partían de un territorio a otro con el propósito de colonizar tierras libres. Específicamente, estas migraciones forzadas por la violencia, en Colombia han presentado características singulares, que las diferencian de otros país que sufren desplazamientos internos. En este sentido, se han ilustrado tres elementos propios del caso colombiano en relación a este fenómeno: 1) la continuidad histórica del proceso de desplazamiento. Se afirma que “contrario a lo que ocurre en muchos países donde los eventos de desplazamiento están asociados con hechos de guerra concretos, puntuales y específicos que se desarrollan en lapsos de tiempo relativamente cortos e intensivos, en Colombia el desplazamiento es un eje de pervivencia histórica que atraviesa la vida nacional desde la fundación de la república hasta el presente y que expone a lo largo del tiempo coyunturas agudas y períodos de relativa estabilidad poblacional” . Sin embargo, en las últimas décadas, esta situación ha tomado dimensiones de catástrofe humanitaria y se ha hecho visible como un fenómeno extensivo, diluido en el tiempo, recurrente y continuo, que combina éxodos aluviales familiares e individuales; 2) la multipolaridad del conflicto armado y las dinámicas bélicas, ya que varios grupos armados participan en la contienda. Esta multipolaridad, tiene incidencia en el desplazamiento interno, en su naturaleza, sus perfiles, sus especificidades, sus ritmos y sus tiempos; 3) la heterogeneidad y la ausencia de identidades preexistentes entre los desplazados: estos forman un contingente heterogéneo, polivalente, con diferencias muy marcadas y muy pocas cosas en común, salvo su condición de víctimas de un conflicto armado de características muy particulares11.
Los procesos de violencia y expulsión se han expresado de manera particular en cada uno de los momentos históricos de la realidad colombiana. Así, se puede afirmar que “la violencia ha sido un continuo en la forma de relacionarse de los colombianos expresándose en diferentes momentos, que han evolucionando en su magnitud, complejidad e intereses en juego, y dejando a su paso una profunda destrucción en los ámbitos social, económico, político; una grave crisis humanitaria expresada por el desplazamiento forzado de miles de colombianos que están moldeando socio-demográficamente el país” .
El primero de estos momentos históricos, tuvo lugar durante la guerra de los mil días de 1899 a 1902. Esta corresponde a la última y la más sangrienta confrontación de una serie de guerras civiles que azotaron el país durante la segunda parte del siglo XIX por desacuerdos entre las elites (centralistas y federalistas) que buscaban definir la configuración del Estado mediante la eliminación de sus oponentes. El desarraigo se producía al ser reclutados forzadamente campesinos y artesanos. No existen cifras ciertas sobre el número de personas desplazadas en esa época. Paralelo a lo anterior, cada grupo en confrontación expropió de sus tierras a los partidarios de sus oponentes, quienes de esta manera se vieron obligados a abrir frentes de colonización que fueron ampliando la frontera agrícola del país .
El segundo momento ocurrió a mediados del siglo XX expresado por la confrontación partidista entre liberales y conservadores . En 1948, con el asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán, se desata el alzamiento popular llamado el “bogotazo” que se extiende a todo el país. Tiene lugar la guerra civil no declarada conocida como “la violencia”, que dura desde 1946 hasta 1958. Como resultado de ese periodo se produjo gran expansión de los latifundios, beneficiando a los grandes terratenientes, corporaciones ganaderas y agroindustriales. También el país se transformó socio-demográficamente, pasando del predominio rural a un país predominantemente urbano, principalmente por el desplazamiento forzado de aproximadamente 2 millones de personas . Posteriormente, como parte de la negociación política del conflicto interno, se vive en Colombia el periodo conocido como el “Frente Nacional”, resultado del acuerdo pactado entre las clases dirigentes de ambos partidos políticos para alternarse el poder entre 1958 y 1974. Durante este periodo se logra cierta estabilidad política y social en Colombia, pero se excluye de la participación política a otras fuerzas sociales12.
El tercer momento histórico del desplazamiento forzado en Colombia tuvo inicio en 1985 con la agudización del conflicto interno, con la disputa entre los actores armados mediante el control especialmente de las zonas rurales de Colombia . Existe una serie de características que diferencian el desplazamiento de los últimos 20 años de la historia colombiana con relación a las décadas anteriores. En palabras de Bello, “las décadas de los ochenta y noventa representan un hito histórico en los procesos de despojo y expulsión, pues se caracterizan por una nueva agudización de la violencia, que en ocasiones no es más que la manifestación o continuidad de viejos conflictos y problemas no resueltos. El desplazamiento forzado, es en esta época, la manifestación más clara de la permanencia histórica y la consolidación de un modelo de desarrollo excluyente” . Igualmente se ha planteado que en los últimos tiempos el desplazamiento forzado ha alcanzado dimensiones de crisis humanitaria.
En relación a este proceso, en la década de los 80, aparece en la escena colombiana el fenómeno del narcotráfico, que hará más complejo el escenario de la violencia política del país . El problema “narco”, según Franco, comprende la producción, tráfico y consumo de narcóticos. Inicialmente fue visto como un fenómeno periférico por la sociedad colombiana, luego con el tiempo fue infiltrando las diferentes esferas sociales, políticas, distorsionando el funcionamiento socio-económico del país y constituyéndose en factor de violencia debido a que sus dineros, han servido para financiar la capacidad bélica de los grupos en confrontación, agravando la degradación del conflicto armado interno .
Contextos explicativos del desplazamiento forzado
Franco define contextos explicativos como “un conjunto específico de condiciones y situaciones culturales, económicas y políticas en las cuales se hace socialmente posible y racionalmente comprensible la presentación y el desarrollo de un fenómeno [...] No es solo el entorno situacional del acontecimiento, sino el entramado relacional que lo hace posible y entendible” . El mismo autor plantea que “se habla de contexto económico, contexto político, cultural [...] Por la complejidad misma de la realidad, es frecuente que los contextos no se encuentren puros, sino en diferentes y cambiantes composiciones. La explicación de eventos complejos se encuentra en la intersección de varios contextos”19. En este sentido, es importante señalar que, como toda problemática de la realidad social, el desplazamiento forzado es un fenómeno complejo que puede ser entendido desde varias lógicas. Este se configura desde dos grandes dimensiones: de un lado, como expresión de procesos generales y estructurales de una sociedad determinada por la globalización del modelo de producción capitalista, que impone una lógica particular, pero homogeneizante, para comprender la organización social y las relaciones que se dan al interior de esta. Bello lo reconoce cuando plantea que “en Colombia los procesos violentos de despojo y expulsión parecieran ser el mecanismo de adecuación a las necesidades de producción y acumulación que el capitalismo impone”17. De otro lado, el desplazamiento se configura desde la historia colombiana y su manera particular de construir la sociedad, en la cual, la guerra, la violencia, sus estrategias y efectos, han sido elementos característicos y estructurales de su cultura y política.
De esta manera Suárez habla de una “circularidad viciosa entre la configuración y las características del Estado colombiano, la persistencia de las causas estructurales de los diversos conflictos sociales, políticos, económicos y culturales y, la migración forzada en Colombia. La debilidad estructural del Estado incrementa las causas estructurales del conflicto y de la crisis humanitaria asociada al desplazamiento forzado, y, a su vez estas causas estructurales aceleran el proceso de desplazamiento forzado y sus efectos” .
Cuando se habla de desplazamiento forzado en Colombia se encuentran dos perspectivas en relación a su explicación. Para unos autores, este fenómeno es una consecuencia directa del conflicto armado, de la confrontación político militar entre dos o más actores de la guerra, donde la población que habita los territorios en los cuales se desarrollan los combates, no encuentra más opción que huir para no quedar en medio del fuego cruzado. Para otros, el desplazamiento se ha configurado como la principal estrategia de guerra de los actores armados, en su disputa territorial, para establecer y consolidar su soberanía en territorios estratégicos y económicamente explotables. Desde esta última perspectiva, la Escuela Latino Americana de Cooperación y Desarrollo plantea que la tierra ocupa un lugar preponderante en el origen y desarrollo del conflicto armado colombiano, “ya sea como activo productivo o como escenario estratégico de acuerdo a los objetivos militares por los cuales los actores armados puedan buscar el control del territorio. [...] Esta estrategia, tiene una doble finalidad: por una parte, desde el punto de vista militar, crear corredores de seguridad que no sólo les permita contar con espacios de avanzada y retirada, sino también el control sobre la población. Por otra, corresponde al interés económico de buscar fuentes de financiación relacionadas con el desarrollo de megaproyectos productivos, extractivos y de infraestructura” . Así se plantea que cuando los campesinos huyen, los terratenientes locales y los inversores nacionales o multinacionales pueden apropiarse o adquirir por un costo mínimo la tierra abandonada .
En relación a esta discusión, Pérez insiste en analizar el fenómeno no como un simple efecto de las acciones armadas, sino como un problema de orden nacional que obedece a causas de tipo estructural, “porque el desplazamiento forzado está atravesado por múltiples y complejos problemas sociales que tienen efectos sobre las estructuras de tenencia de la tierra, las estrategias de acumulación de la riqueza y la especulación con terrenos productivos o con alto valor real o potencial, entre otros” . Por lo tanto se identifica el desplazamiento como una estrategia de guerra de los actores armados, que tiene referentes económicos, políticos, sociales y militares.
Actores del conflicto socio-político colombiano
Zuluaga afirma que “la guerra colombiana es profundamente regionalizada, y presenta un desarrollo desigual” . A su vez, Bello plantea que “el mapa de desplazamiento forzado en Colombia, señala claramente que las zonas de donde más se expulsan colombianos de manera violenta, son aquellas que revierten valor estratégico especialmente en las que se ubicaran megaproyectos. También señala como estratégicas las zonas valoradas como corredores (tránsito de armas, paso de ejércitos, circulación de ilícitos, etc); zonas para el repliegue de los grupos armados y las aledañas a los centros de decisión política. Los territorios ricos en recursos minerales y energéticos, son escenarios que igualmente se convierten en zonas en disputa. Además, dentro de las estrategias de lucha antisubversiva de militares y paramilitares, las zonas en donde tradicionalmente se ubicó la guerrilla con sus respectivas ‘bases sociales de apoyo’ (muchas de ellas zonas estratégicas por los aspectos mencionados anteriormente) han sido objeto de confrontaciones armadas, y dramáticamente de acciones atroces contra la población civil, que es señalada como simpatizante, colaboradora o ‘guerrilleros vestidos de civil’. En este sentido se afirma que los territorios son despoblados y repoblados al antojo de los actores armados”17.
En este sentido, es importante anotar que, existen diferencias y particularidades de cada uno de los actores armados en confrontación: las guerrillas contra-estatales, los paramilitares o actores paraestatales y las fuerzas militares del Estado. Dentro del los actores contra-estatales, se encuentran aún activas, de un lado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que nacieron como resistencia del movimiento campesino contra la violencia del gobierno en 1964, y con un origen ligado a las luchas por la tierra y la construcción de la reforma agraria; de otro lado, el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), que se origina dentro de un grupo de estudiantes, dirigentes sindicales y profesionales quienes deciden crear una organización político-militar inspirada en la ideología marxista y cristiana para transformar la sociedad y construir el socialismo25. En la década de los 80 y casi paralelamente con el fenómeno del narcotráfico, surgen las fuerzas paramilitares, como otro actor armado del conflicto colombiano. Estos grupos fueron conformados y financiados por particulares (latifundistas, narcotraficantes y ganaderos) para contrarrestar la extorsión y los secuestros de la guerrilla, y proteger sus patrimonios. Se ha considerado también al paramilitarismo como un componente de la política contrai
El desplazamiento forzado por la violencia es un componente de las migraciones humanas en el mundo del siglo XXI. Este se expresa como una crisis humanitaria que afecta la población de varios países, mediante la violación de los derechos humanos, generando un deterioro de la calidad de vida y salud de la población desplazada. De igual forma Colombia, presenta a 2005 aproximadamente 3.7 millones de personas que han sido desarraigadas, por un conflicto armado interno de origen sociopolítico, de larga duración, ocupando así el segundo lugar en el mundo después de Sudan en migraciones internas. El desplazamiento forzado por la violencia es un fenómeno sociodemográfico importante que determina los procesos de urbanización de las ciudades. Allí los migrantes forzados buscan refugio, reconfigurando los espacios urbanos de manera caótica y desordenada, mediante recursos y factores sociales adversos y escasos para reconstruir sus vidas y redes sociales previamente destruidas. Además los lugares de reasentamiento presentan condiciones de pobreza e indigencia, enmarcados dentro de procesos de exclusión. Estas condiciones de vida afectan negativamente a los individuos y colectivos que allí se establecen, determinando los procesos de reproducción social y los problemas de salud. El presente artículo muestra mediante una revisión sistemática, un panorama general del fenómeno de las migraciones forzadas por la violencia en el mundo, analiza las particularidades de esta problemática en Colombia, y los efectos e implicaciones de este, en la salud y calidad de vida en las personas en situación de desplazamiento forzado durante el proceso de reasentamiento en la ciudad.
Las migraciones en la historia de la humanidad
Desde los inicios de la humanidad, los seres humanos migran. Los éxodos y flujos no sólo han sido parte integrante de la historia, como también determinantes de la misma. El fenómeno de las migraciones es reconocido como un proceso esencial en la vida del ser humano sobre la tierra, que ha permitido generar diferentes desarrollos socio culturales y económicos. Desde la aparición del homo-sapiens en África hace aproximadamente 200 a 140 mil años, y con el inicio de las migraciones fuera de este continente hace 70 mil años, se poblaron paulatina y progresivamente los diferentes hábitats de la tierra .
Los desplazamientos intercontinentales de gran magnitud sólo comenzaron en el siglo XVI, con la expansión de Europa y los procesos de colonización. En los últimos dos siglos, las migraciones internacionales aumentaron, alcanzando niveles sin precedentes . Como todo hecho social, el fenómeno migratorio ha estado determinado por los procesos más generales de la sociedad. Para el momento histórico contemporáneo, la globalización y la internacionalización del modelo de producción capitalista, de corte neoliberal, determinan las características de la dinámica migratoria mundial.
Podemos definir como migrante a toda persona que, por cualquier motivo, decide, mediante una elección tomada libremente, cambiar su lugar de residencia, ya sea de manera permanente o no. Es así como los procesos migratorios obedecen a decisiones concientemente planeadas, buscando en la mayoría de los casos un mejor empleo, salarios mas altos, mejor educación para los hijos, motivos familiares (reunirse o acompañar a parientes, la formación de matrimonios) . De esta manera, las migraciones están REPLACEas en el sistema global, que se caracteriza por la apertura de fronteras para el libre movimiento de capitales y mercancías, pero que, de manera contradictoria, restringe cada vez más la posibilidad de legalizar la situación de los migrantes económicos y laborales, e impone nuevas barreras para la entrada y movilidad de estas personas. Esta situación hace que la migración contemporánea exponga sujetos excluidos y cada vez más frágiles ante la explotación laboral. Además de la violación sistemática de los derechos humanos.
La Organización Internacional de Migraciones (O.I.M.) considera el fenómeno de las migraciones humanas como una problemática de primer orden en la agenda internacional, en la medida que afecta tanto a los países receptores como a los de origen, debido al impacto demográfico y socio-económico que produce. Según las estadísticas, hay en el mundo para el 2005 aproximadamente 200 millones de migrantes internacionales, donde se excluye a los que han vivido fuera de su país por menos de un año. Desde 1970 al 2005 hay un aumento de 2,5 veces la cifra de migrantes internacionales; el 3% de la población mundial está dentro de esta categoría. Los principales destinos de estas personas son: Europa con 56.1 millones y Estados Unidos con 35 millones de migrantes, que corresponde al 7.7% y el 20% de su población, respectivamente .
Durante el siglo XX y XXI paralelo a los procesos migratorios por motivos socio-económicos, la violencia, la guerra y los desastres naturales han producido millares de migrantes forzados en el mundo. Posteriormente a la caída del muro de Berlín o del bloque socialista, las guerras internacionales redujeron su frecuencia, dejando paso a las confrontaciones de tipo étnico, religioso, y nacional, causantes de migraciones internas en los países en crisis .
Migraciones forzadas por la violencia: un acercamiento a la situación mundial
Las migraciones internas por la violencia son un fenómeno social que según Naciones Unidas, afecta aproximadamente a 23,7 millones de personas en el mundo . Este proceso es asumido por las poblaciones para prevenir las consecuencias del conflicto armado, especialmente la consecuencia irreversible de la muerte. Por lo tanto, la respuesta ante el peligro que representa la guerra se concreta en el abandono obligado del lugar de residencia habitual y de toda la cosmogonía que en él se había construido. La condición de migrante forzado tiene dos connotaciones dentro de la legislación internacional: De un lado están los refugiados, hombres y mujeres que se ven forzados a buscar protección por fuera de su país de origen, como consecuencia de un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión o nacionalidad, por sus opiniones políticas, por su pertenencia a un grupo social, o por huir de las guerras y de la violencia en sus comunidades. La característica distintiva de la situación de refugiado es la salida del país de origen en búsqueda de protección. Esta situación implica que a nivel internacional se promueva la protección de estos sujetos bajo el mandato de la Organización de Naciones Unidas. Y a nivel nacional, que el Estado que le brinde la protección requerida respete sus derechos y no los retorne a su país de origen. De otro lado están las personas en situación de desplazamiento forzado interno, quienes han tenido que huir de su lugar de residencia y migrar dentro del territorio nacional, porque su vida se encuentra en riesgo como consecuencia del conflicto armado, situaciones de violencia, violaciones de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario. A nivel nacional, el Estado tiene la obligación de proteger a las personas que se encuentren bajo esta situación, brindar y promover soluciones duraderas. A nivel internacional la obligación se concreta en complementar las acciones de la respuesta estatal ante esta situación .
De esta manera se puede decir que las causas que generan las migraciones forzadas son impuestas y no permiten ningún tipo de decisión planeada, ya que por lo general estos procesos se dan de un momento a otro, los autores irrumpen en la cotidianidad de las familias o comunidades enteras y no dan espera para la planeación de la vida a partir del acto violento, ya sean amenazas, homicidios, torturas, coacción , o terror infundido a partir de “rumores” de experiencias cercanas.
Según el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno –IDMC- a nivel mundial la mayor parte de los migrantes internos están expuestos a diferentes formas de violencia, al hambre, a enfermedades y sufren múltiples violaciones de los derechos humanos durante y posteriormente a su desplazamiento. De igual forma la atención integral a estas personas presenta grandes tropiezos. Se reporta que solo uno de cada dos refugiados recibe atención internacional y de los gobiernos6. Bajo la convención de los refugiados de 1951 y el protocolo de 1967, la comunidad internacional no es la responsable legal para proteger a los desplazados internos. La responsabilidad primaria de su atención recae en los gobiernos nacionales, quienes deben suministrar la seguridad y el bienestar para todos los desplazados ubicados en su territorio. Los problemas ocurren porque los gobiernos no están capacitados y organizados para atender a esta responsabilidad como está establecido en los principios rectores del desplazamiento interno de las Naciones Unidas .
De esta manera Bennet afirma que el desplazamiento interno no es un fenómeno nuevo. Cuando se redactaron la Carta de Naciones Unidas y las Convenciones sobre Refugiados, la proporción entre desplazados internos y refugiados era similar a la actual. Lo que ha cambiado es el número y la gravedad de las guerras internas y un crecimiento correlativo de la presencia y la cobertura otorgada a la migración forzosa por parte de la comunidad humanitaria internacional . Igualmente, el creciente número de desplazados internos resulta del cambio en las prioridades del régimen internacional. La preocupación actual por limitar los flujos de refugiados y evitar el asentamiento a largo plazo ha tenido como resultado una política de cambio hacia la “internalización” del desplazamiento. Así, se hacen mayores esfuerzos para mantener a las personas en sus propios países, incluso si se encuentran lejos de sus lugares de origen10.
El desplazamiento forzado afecta a 50 países en los cinco continentes. Así, África es el más afectado con 12 millones de personas desplazadas en 20 países. Sudan, República Democrática del Congo y Uganda suman casi 9 millones de población desplazada. En la región del medio oriente este fenómeno es crítico, motivado esencialmente por el conflicto palestino-israelí y la guerra en Irak. Se estima que hay 2,1 millones de personas desplazadas, y casi 5 millones de refugiados de esta región. La mitad de las personas desplazadas las tiene Irak con casi 1.3 millones. De esta manera, Asia presenta para finales de 2005 2,7 millones de personas bajo esta condición. Los conflictos internos activos más importantes son los de Filipinas, Burma, Nepal e India que produjeron una cifra de 300,000 nuevos desplazados internos. Además países como Afganistán, Bangladesh Sri-Lanka y Uzbekistán continúan con sus conflictos internos crónicos, en los cuales los grupos rebeldes y los ejércitos nacionales violan sistemáticamente los derechos de la población civil, situada en medio de la confrontación. Europa es un continente que presenta pocos cambios en la problemática de las migraciones internas en los últimos años. En 2005 eran 2,8 millones de personas desplazadas internamente, unos 200.000 más que el 2004. En este continente la mitad de los afectados son refugiados oriundos de la Federación Rusa y los Balcanes, cuya intensidad disminuyó, con excepción de Armenia, Macedonia y Croacia. En América Latina se calcula aproximadamente 3,8 millones de personas desplazadas por conflictos armados internos, la mayoría los aporta Colombia con una frecuencia de expulsión para el 2005 de aproximadamente 250.000 personas por año. A su vez, otros países como Guatemala, Perú y México presentan migraciones internas que afectan especialmente a las poblaciones indígenas6.
En cuanto a los determinantes de estos procesos, se plantea que los principales agentes que causan el desplazamiento en el contexto internacional son los gobiernos nacionales, que a la luz de la ley internacional deberían proteger a los ciudadanos. Esto se da de manera directa o a través de grupos paramilitares o milicias que fuerzan a la población a dejar sus hogares. Los países como Sudan, Burma, Colombia Nepal y Zimbabwe para el 2005 lo presentan de esta forma. Por otro lado, los grupos rebeldes han sido responsables de esta situación en casi el 40% de los casos mundiales en los que están incluidos Colombia, Burnadi, Nepal etc. También en este panorama del desplazamiento forzoso interno ha tenido impacto la política mundial de “lucha contra el terrorismo”, debido a que ha motivado y justificado el accionar de los países que tienen conflictos internos para reprimir los diferentes movimientos sociales y políticos amparados en esta directriz internacional6.
El desplazamiento forzado por la violencia en la construcción de la historia colombiana
En Colombia los procesos migratorios, cuando se han presentado de forma masiva, han estado ligados a períodos históricos de violencia, además han estado motivados por razones económicas y laborales, cuando generaciones enteras partían de un territorio a otro con el propósito de colonizar tierras libres. Específicamente, estas migraciones forzadas por la violencia, en Colombia han presentado características singulares, que las diferencian de otros país que sufren desplazamientos internos. En este sentido, se han ilustrado tres elementos propios del caso colombiano en relación a este fenómeno: 1) la continuidad histórica del proceso de desplazamiento. Se afirma que “contrario a lo que ocurre en muchos países donde los eventos de desplazamiento están asociados con hechos de guerra concretos, puntuales y específicos que se desarrollan en lapsos de tiempo relativamente cortos e intensivos, en Colombia el desplazamiento es un eje de pervivencia histórica que atraviesa la vida nacional desde la fundación de la república hasta el presente y que expone a lo largo del tiempo coyunturas agudas y períodos de relativa estabilidad poblacional” . Sin embargo, en las últimas décadas, esta situación ha tomado dimensiones de catástrofe humanitaria y se ha hecho visible como un fenómeno extensivo, diluido en el tiempo, recurrente y continuo, que combina éxodos aluviales familiares e individuales; 2) la multipolaridad del conflicto armado y las dinámicas bélicas, ya que varios grupos armados participan en la contienda. Esta multipolaridad, tiene incidencia en el desplazamiento interno, en su naturaleza, sus perfiles, sus especificidades, sus ritmos y sus tiempos; 3) la heterogeneidad y la ausencia de identidades preexistentes entre los desplazados: estos forman un contingente heterogéneo, polivalente, con diferencias muy marcadas y muy pocas cosas en común, salvo su condición de víctimas de un conflicto armado de características muy particulares11.
Los procesos de violencia y expulsión se han expresado de manera particular en cada uno de los momentos históricos de la realidad colombiana. Así, se puede afirmar que “la violencia ha sido un continuo en la forma de relacionarse de los colombianos expresándose en diferentes momentos, que han evolucionando en su magnitud, complejidad e intereses en juego, y dejando a su paso una profunda destrucción en los ámbitos social, económico, político; una grave crisis humanitaria expresada por el desplazamiento forzado de miles de colombianos que están moldeando socio-demográficamente el país” .
El primero de estos momentos históricos, tuvo lugar durante la guerra de los mil días de 1899 a 1902. Esta corresponde a la última y la más sangrienta confrontación de una serie de guerras civiles que azotaron el país durante la segunda parte del siglo XIX por desacuerdos entre las elites (centralistas y federalistas) que buscaban definir la configuración del Estado mediante la eliminación de sus oponentes. El desarraigo se producía al ser reclutados forzadamente campesinos y artesanos. No existen cifras ciertas sobre el número de personas desplazadas en esa época. Paralelo a lo anterior, cada grupo en confrontación expropió de sus tierras a los partidarios de sus oponentes, quienes de esta manera se vieron obligados a abrir frentes de colonización que fueron ampliando la frontera agrícola del país .
El segundo momento ocurrió a mediados del siglo XX expresado por la confrontación partidista entre liberales y conservadores . En 1948, con el asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán, se desata el alzamiento popular llamado el “bogotazo” que se extiende a todo el país. Tiene lugar la guerra civil no declarada conocida como “la violencia”, que dura desde 1946 hasta 1958. Como resultado de ese periodo se produjo gran expansión de los latifundios, beneficiando a los grandes terratenientes, corporaciones ganaderas y agroindustriales. También el país se transformó socio-demográficamente, pasando del predominio rural a un país predominantemente urbano, principalmente por el desplazamiento forzado de aproximadamente 2 millones de personas . Posteriormente, como parte de la negociación política del conflicto interno, se vive en Colombia el periodo conocido como el “Frente Nacional”, resultado del acuerdo pactado entre las clases dirigentes de ambos partidos políticos para alternarse el poder entre 1958 y 1974. Durante este periodo se logra cierta estabilidad política y social en Colombia, pero se excluye de la participación política a otras fuerzas sociales12.
El tercer momento histórico del desplazamiento forzado en Colombia tuvo inicio en 1985 con la agudización del conflicto interno, con la disputa entre los actores armados mediante el control especialmente de las zonas rurales de Colombia . Existe una serie de características que diferencian el desplazamiento de los últimos 20 años de la historia colombiana con relación a las décadas anteriores. En palabras de Bello, “las décadas de los ochenta y noventa representan un hito histórico en los procesos de despojo y expulsión, pues se caracterizan por una nueva agudización de la violencia, que en ocasiones no es más que la manifestación o continuidad de viejos conflictos y problemas no resueltos. El desplazamiento forzado, es en esta época, la manifestación más clara de la permanencia histórica y la consolidación de un modelo de desarrollo excluyente” . Igualmente se ha planteado que en los últimos tiempos el desplazamiento forzado ha alcanzado dimensiones de crisis humanitaria.
En relación a este proceso, en la década de los 80, aparece en la escena colombiana el fenómeno del narcotráfico, que hará más complejo el escenario de la violencia política del país . El problema “narco”, según Franco, comprende la producción, tráfico y consumo de narcóticos. Inicialmente fue visto como un fenómeno periférico por la sociedad colombiana, luego con el tiempo fue infiltrando las diferentes esferas sociales, políticas, distorsionando el funcionamiento socio-económico del país y constituyéndose en factor de violencia debido a que sus dineros, han servido para financiar la capacidad bélica de los grupos en confrontación, agravando la degradación del conflicto armado interno .
Contextos explicativos del desplazamiento forzado
Franco define contextos explicativos como “un conjunto específico de condiciones y situaciones culturales, económicas y políticas en las cuales se hace socialmente posible y racionalmente comprensible la presentación y el desarrollo de un fenómeno [...] No es solo el entorno situacional del acontecimiento, sino el entramado relacional que lo hace posible y entendible” . El mismo autor plantea que “se habla de contexto económico, contexto político, cultural [...] Por la complejidad misma de la realidad, es frecuente que los contextos no se encuentren puros, sino en diferentes y cambiantes composiciones. La explicación de eventos complejos se encuentra en la intersección de varios contextos”19. En este sentido, es importante señalar que, como toda problemática de la realidad social, el desplazamiento forzado es un fenómeno complejo que puede ser entendido desde varias lógicas. Este se configura desde dos grandes dimensiones: de un lado, como expresión de procesos generales y estructurales de una sociedad determinada por la globalización del modelo de producción capitalista, que impone una lógica particular, pero homogeneizante, para comprender la organización social y las relaciones que se dan al interior de esta. Bello lo reconoce cuando plantea que “en Colombia los procesos violentos de despojo y expulsión parecieran ser el mecanismo de adecuación a las necesidades de producción y acumulación que el capitalismo impone”17. De otro lado, el desplazamiento se configura desde la historia colombiana y su manera particular de construir la sociedad, en la cual, la guerra, la violencia, sus estrategias y efectos, han sido elementos característicos y estructurales de su cultura y política.
De esta manera Suárez habla de una “circularidad viciosa entre la configuración y las características del Estado colombiano, la persistencia de las causas estructurales de los diversos conflictos sociales, políticos, económicos y culturales y, la migración forzada en Colombia. La debilidad estructural del Estado incrementa las causas estructurales del conflicto y de la crisis humanitaria asociada al desplazamiento forzado, y, a su vez estas causas estructurales aceleran el proceso de desplazamiento forzado y sus efectos” .
Cuando se habla de desplazamiento forzado en Colombia se encuentran dos perspectivas en relación a su explicación. Para unos autores, este fenómeno es una consecuencia directa del conflicto armado, de la confrontación político militar entre dos o más actores de la guerra, donde la población que habita los territorios en los cuales se desarrollan los combates, no encuentra más opción que huir para no quedar en medio del fuego cruzado. Para otros, el desplazamiento se ha configurado como la principal estrategia de guerra de los actores armados, en su disputa territorial, para establecer y consolidar su soberanía en territorios estratégicos y económicamente explotables. Desde esta última perspectiva, la Escuela Latino Americana de Cooperación y Desarrollo plantea que la tierra ocupa un lugar preponderante en el origen y desarrollo del conflicto armado colombiano, “ya sea como activo productivo o como escenario estratégico de acuerdo a los objetivos militares por los cuales los actores armados puedan buscar el control del territorio. [...] Esta estrategia, tiene una doble finalidad: por una parte, desde el punto de vista militar, crear corredores de seguridad que no sólo les permita contar con espacios de avanzada y retirada, sino también el control sobre la población. Por otra, corresponde al interés económico de buscar fuentes de financiación relacionadas con el desarrollo de megaproyectos productivos, extractivos y de infraestructura” . Así se plantea que cuando los campesinos huyen, los terratenientes locales y los inversores nacionales o multinacionales pueden apropiarse o adquirir por un costo mínimo la tierra abandonada .
En relación a esta discusión, Pérez insiste en analizar el fenómeno no como un simple efecto de las acciones armadas, sino como un problema de orden nacional que obedece a causas de tipo estructural, “porque el desplazamiento forzado está atravesado por múltiples y complejos problemas sociales que tienen efectos sobre las estructuras de tenencia de la tierra, las estrategias de acumulación de la riqueza y la especulación con terrenos productivos o con alto valor real o potencial, entre otros” . Por lo tanto se identifica el desplazamiento como una estrategia de guerra de los actores armados, que tiene referentes económicos, políticos, sociales y militares.
Actores del conflicto socio-político colombiano
Zuluaga afirma que “la guerra colombiana es profundamente regionalizada, y presenta un desarrollo desigual” . A su vez, Bello plantea que “el mapa de desplazamiento forzado en Colombia, señala claramente que las zonas de donde más se expulsan colombianos de manera violenta, son aquellas que revierten valor estratégico especialmente en las que se ubicaran megaproyectos. También señala como estratégicas las zonas valoradas como corredores (tránsito de armas, paso de ejércitos, circulación de ilícitos, etc); zonas para el repliegue de los grupos armados y las aledañas a los centros de decisión política. Los territorios ricos en recursos minerales y energéticos, son escenarios que igualmente se convierten en zonas en disputa. Además, dentro de las estrategias de lucha antisubversiva de militares y paramilitares, las zonas en donde tradicionalmente se ubicó la guerrilla con sus respectivas ‘bases sociales de apoyo’ (muchas de ellas zonas estratégicas por los aspectos mencionados anteriormente) han sido objeto de confrontaciones armadas, y dramáticamente de acciones atroces contra la población civil, que es señalada como simpatizante, colaboradora o ‘guerrilleros vestidos de civil’. En este sentido se afirma que los territorios son despoblados y repoblados al antojo de los actores armados”17.
En este sentido, es importante anotar que, existen diferencias y particularidades de cada uno de los actores armados en confrontación: las guerrillas contra-estatales, los paramilitares o actores paraestatales y las fuerzas militares del Estado. Dentro del los actores contra-estatales, se encuentran aún activas, de un lado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que nacieron como resistencia del movimiento campesino contra la violencia del gobierno en 1964, y con un origen ligado a las luchas por la tierra y la construcción de la reforma agraria; de otro lado, el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), que se origina dentro de un grupo de estudiantes, dirigentes sindicales y profesionales quienes deciden crear una organización político-militar inspirada en la ideología marxista y cristiana para transformar la sociedad y construir el socialismo25. En la década de los 80 y casi paralelamente con el fenómeno del narcotráfico, surgen las fuerzas paramilitares, como otro actor armado del conflicto colombiano. Estos grupos fueron conformados y financiados por particulares (latifundistas, narcotraficantes y ganaderos) para contrarrestar la extorsión y los secuestros de la guerrilla, y proteger sus patrimonios. Se ha considerado también al paramilitarismo como un componente de la política contrai